sábado, mayo 05, 2007

Ruido

Linimento para una madrugada.

Acido transparente que supura incesante
aparentando ser sonrisa aliento fresco.

Viene la verdad remachada en cada letra,
cada sílaba se llena de amargura filtrada.

Cruje la vida en melódica orquesta,
acallarla será tarea de un martes sereno.

Únicamente visto piel, huesos y pelo,
temo al fuego y piso la tierra yerta.
La savia de tu furia señala y desnuda
inquietudes abiertas por mi crujido.

Disculpa el argüende en tanto llega ese martes,
pues anido sueños de jilgueros desfallecientes.


Zaz