Haití ombligo

Gruñe el hambre.
Gruñe la tierra
y luego el hombre.

Zaz

Roca

Acaricio la luna y se espanta.

En la roca ha quedado,
sin luz, sin llanto.

Una estrella grita
encarcelada.

Vibra de miedo,
ahoga los gritos
hasta la mañana.

Preguntas ingenuas

¿Cómo salta la gripe del cerdo a los humanos?

¡Pues con un brinco! ¿Cómo se salta si no?

Y ya entrados en asuntos porcinos, me pregunto a donde iremos a parar cuando tengamos gripe de caballo o de mosca, porque para allá vamos que volamos. Sigo pensando que la naturaleza es sabia y se sacude a su mejor depredador, el ser humano. Lo hace bastante bien.

Ahora me vuelvo

Un poco rebelde. Aunque siempre lo he sido, a decir verdad.

Indicando que la escritura me ha dejado huecos en los dedos. Me voy atorando con la letra porque dizque el tiempo no me alcanza.Y para seguir manteniendo la cordura aprendo y no escribo. O escribo y sobre la marcha aprendo...

Dormito en la esquina blanca donde mi gata negra juega ajedrez con la vida.

Volveré, ahora, creo que con cuentos, como siempre: Vuelvo.


Zaz

veneno

Acariciando tu dermis repto,

atornillo mi piel colorida.



Bebo el aire con los colmillos,

agitando temblorosa el deseo.



Me instalo ávida en el intento,

conato de mordida iracunda.






Zaz

Sin prisa

Olvidaba que el día es una bolsa
que al despertar te atrapa presta
en la tela de los sucesos.

Detenerse sin prisa a observarla
ubica cada doblez del sentimiento.

Enhébrate desayunando silencio,
ya luego agitarás las horas de viento
con el acero de tus pestañas.

El día

Para MC, que si baila.

Serenándose de tristeza
llega el nuevo día, despacio.

Bosteza con aliento de azucena,
arremangando tantos sueños.

Camina,
se arrastra
y de pronto,
trota.

Más y más fuerte,
más y más rápido.

Corre.

Corre, corre y baila.

Sonríe y canta con faz dorada,
mientras devora la luz a cucharadas.


Zaz