viernes, agosto 19, 2005

Golondrineando



Sigilosa como el ritmo de mis canciones que andan retumbando en los rincones, me recuerdo palpitante como gajo de tu espacio, flama casual enredando circunstancias.

Voz que acicala horas extraviadas, cántico monasterio que diario resuena, avivando incendio para alumbrarse en letras.

Bajo un instante del cofre de maravillas, renuevo mis pulmones aburridos, tu esencia que late y abraza, acaricia y palpa.

Rugiente golpe de ternura que aúlla con dos cuerpos, paralela carcajada cascada de encuentros pequeñísimos.

Cristales del tiempo, madera calcinante en etapas, aguacero de anhelos que no alcanzan a tocarse los intentos.

Briznas voladoras que coinciden y son golondrinas que seducen al viento.




Zaz
2002