viernes, septiembre 02, 2005

Aburrida

Amaneció arrodillada la piel,
ésa, la aguamarina-turquesa,
que coincide con tu paladar.

Se desdoblaba floreciente ¿la recuerdas?

Aromatizada de canela y miel,
en tus manos regaba su tibieza,
y se ajustaba delirante.
Hoy se bosteza sobre la distancia,
se muerde las uñas impaciente,
distrayendo el día con tu recuerdo.



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