(¿A quién?)
Si le escribiera un verso a Sergio,
iría esculpido de la mano de Esteban.
O si mis llantos fueran por Gilberto,
quizá José nadaría en sus olas.
No, no le redacto a siluetas difuminadas de ayer...
Vibro en el aliento tibio que saluda mi cuello,
y los ojos curiosos que delinean mi rostro .
Labro una serpiente que atrapa el presente,
éste, que se exhala casi sin percibirlo,
a veces es ausencia amoratada y ahogada,
otras un silencio que me tapa las manos,
o puede disfrazarse de un jazmín fragante.
Solo susurro las tonalidades del día que me rapta.
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